En el mundo de la logística, el plazo de entrega es mucho más que un simple plazo: es el barómetro de la eficacia de una empresa. Comprender, medir y optimizar este tiempo entre el pedido y la entrega es crucial para la satisfacción del cliente y la gestión de las existencias. Averigüe por qué.

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Hay muchos eslabones en la cadena de suministro que la hacen eficiente, y el plazo de entrega es uno de ellos. Comprender y optimizar el tiempo que transcurre entre el pedido y la entrega es esencial para garantizar la satisfacción del comprador y la fluidez de las operaciones. Pero, ¿qué es exactamente el Lead Time? ¿Por qué desempeña un papel tan importante? ¿Y cómo puede gestionarlo y optimizarlo dentro de su organización? En este artículo, exploraremos su definición, su importancia en varios aspectos de la Cadena de Suministro y los métodos para medirla y mejorarla para garantizar una logística eficiente.

¿Qué es el plazo de entrega en logística?

El plazo de entrega es un término esencial en el mundo de la logística. Es el tiempo que transcurre entre el momento en que se realiza un pedido y su llegada final al consumidor. Para comprender su importancia, veamos primero por qué el plazo de entrega es crucial en la gestión logística.

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La importancia del plazo de entrega en la gestión logística

El plazo de entrega desempeña un papel fundamental en la cadena de suministro. Su experiencia nos permite ofrecer a los compradores plazos de entrega fiables y competitivos.

Satisfacción del cliente: en el acelerado mundo actual, los clientes quieren sus productos lo antes posible. Un plazo de entrega breve garantiza el cumplimiento de las expectativas de los clientes, lo que refuerza su fidelidad y confianza.

Gestión de existencias: una mejor previsión de los plazos de entrega permite gestionar eficazmente los niveles de existencias. Al evitar el almacenamiento innecesario, las empresas pueden reducir los costes de almacenamiento y minimizar el riesgo de obsolescencia de los productos.

Diferencia entre plazo de entrega, cadencia y tiempo de ciclo

En producción y logística, controlar los plazos y los ritmos es esencial para garantizar una gestión óptima de las operaciones. Los términos “plazo de entrega”, “cadencia” y “tiempo de ciclo”, aunque aparentemente similares, tienen matices importantes que es crucial comprender para garantizar el buen funcionamiento y responder adecuadamente a la demanda de los clientes.

  • Plazo de entrega: El plazo de entrega se define como el tiempo que transcurre entre la recepción de un pedido por parte de un proveedor y la entrega de dicho pedido al consumidor final. Se trata de un indicador clave para evaluar la capacidad de respuesta y la eficiencia de toda la cadena de suministro. En logística, un plazo de entrega corto puede ser sinónimo de gestión óptima y alta satisfacción del cliente.
  • Cadencia: directamente inspirada en la palabra alemana “Taktzeit”, que significa “ritmo”, la cadencia se centra en el ritmo al que debe fabricarse un producto para satisfacer la demanda del cliente. Si una empresa recibe un pedido cada diez minutos, su cadencia debería ser idealmente de diez minutos para garantizar una respuesta adecuada a esta solicitud. De este modo, la cadencia permite sincronizar la producción con la demanda real, evitando así la sobreproducción o la infraproducción.
  • Duración del ciclo: La duración del ciclo es el tiempo necesario para completar una tarea o un proceso específico, de principio a fin. Por ejemplo, en una cadena de montaje, el tiempo de ciclo podría representar el tiempo que se tarda en ensamblar un producto. Es un indicador esencial para evaluar la eficiencia de una operación e identificar posibles cuellos de botella. Optimizando el ciclo temporal, una empresa puede aumentar su productividad y mejorar sus márgenes.

Definición y tipos de plazos

Es esencial comprender que el plazo de entrega no es monolítico. Puede desglosarse en varios tipos, en función de la fase de la cadena de suministro en la que se encuentre.

Plazo de suministro

Se refiere concretamente al tiempo que transcurre entre la decisión de comprar una materia prima o un componente y el momento en que este material llega realmente al almacén o la fábrica del comprador. Esto incluye la búsqueda de un proveedor, la negociación, el tiempo que tarda el proveedor en tramitar el pedido y la entrega. Un buen control de este plazo de entrega permite a las empresas anticiparse a las necesidades, alinear los ciclos de producción y evitar paradas imprevistas de la producción.

Plazo de producción

Es el tiempo total que se tarda en transformar las materias primas o los componentes en productos acabados listos para su envío. Esto incluye varios subprocesos, como la preparación, el montaje, el control de calidad y el envasado. El plazo de producción es especialmente crucial para los fabricantes, ya que determina la rapidez con la que pueden responder al pedido de un cliente, lo que repercute en su competitividad en el mercado.

Plazo de entrega comercial

Se refiere al tiempo transcurrido entre la recepción del pedido de un cliente y la entrega efectiva del producto al consumidor. Este periodo abarca varias etapas, como la confirmación del pedido, la preparación del mismo, el embalaje, la expedición y el transporte. Optimizar este plazo de entrega garantiza una mayor satisfacción del cliente y puede suponer una importante ventaja competitiva para la empresa.

Plazos logísticos

Es una visión general que abarca todos los plazos mencionados. Representa el tiempo total transcurrido entre el momento en que se expresa una necesidad (en forma de pedido o anticipación) y la entrega final del producto al consumidor. Una gestión eficaz de los plazos logísticos permite a las empresas garantizar las entregas a tiempo, gestionar eficazmente las existencias y optimizar los costes.

¿Cómo se calcula el plazo de entrega?

En términos sencillos, el plazo de entrega es el tiempo total que tarda un pedido desde el punto de partida (cuando se realiza) hasta el punto de llegada (cuando se entrega al cliente).

La fórmula básica para calcular el plazo de entrega es: Plazo de entrega = Fecha de entrega – Fecha de pedido

Aunque esta fórmula pueda parecer sencilla a primera vista, la precisión en su aplicación es vital. Esto significa tener en cuenta no sólo los días naturales, sino también las horas laborables, los días festivos, los retrasos y cualquier otro factor que pueda afectar a los plazos de entrega. Ciertos factores, como retrasos aduaneros o problemas imprevistos de fabricación, pueden ampliar este plazo. Por lo tanto, es esencial disponer de sistemas de control eficaces para obtener una medición precisa del plazo de entrega.

¿Por qué medir el plazo de entrega en logística?

El plazo de entrega es algo más que la diferencia entre dos fechas; refleja el rendimiento global de la cadena de suministro de una empresa.

  • Identificar los cuellos de botella : Medir el plazo de entrega permite identificar dónde suelen producirse retrasos con más frecuencia. Puede deberse a un proceso interno, a un proveedor concreto o a problemas logísticos externos. Una vez identificados, estos cuellos de botella pueden abordarse y corregirse, mejorando la eficiencia global.
  • Ajustar los procedimientos : un plazo prolongado puede indicar que un determinado procedimiento está obsoleto o es ineficaz. Evaluando periódicamente estos plazos, las empresas pueden adaptar y optimizar sus procesos para satisfacer las cambiantes exigencias del mercado y las innovaciones tecnológicas.
  • Servicio de calidad garantizada : en el comercio moderno, la promesa de una entrega rápida puede ser una gran ventaja competitiva. Controlando y optimizando los plazos de entrega, las empresas pueden asegurarse de que sus clientes reciban los productos en el plazo prometido, generando así confianza y fidelidad a la marca.

En resumen, medir y gestionar los plazos de entrega es esencial para garantizar que la cadena de suministro de una empresa funcione a niveles óptimos, satisfaciendo las expectativas de los clientes y minimizando al mismo tiempo los costes y las ineficiencias.

Ventajas de reducir el plazo de entrega

Reducir el plazo de entrega en logística tiene una serie de ventajas para las empresas, que van mucho más allá de la simple rapidez de ejecución. La aplicación de estrategias de optimización puede ayudar a crear una cadena de suministro más eficiente y resistente.

Para comprender cómo las características de la europaleta pueden desempeñar un papel clave en esta optimización, le recomendamos que consulte nuestro artículo sobre Las dimensiones de la europaleta.

Mejorar la calidad del servicio al cliente

En la era de la inmediatez, los consumidores esperan un servicio rápido. Reducir el plazo de entrega no es sólo una ventaja operativa, es una promesa de calidad para el cliente. Cuando los productos se entregan con rapidez, se genera una confianza renovada en la marca o la empresa. Las opiniones positivas de los clientes, ya sea a través de reseñas en línea o recomendaciones directas, pueden impulsar el crecimiento del negocio y reforzar la fidelidad a la marca.

Reducir los costes de inventario

Las acciones estancadas son un gasto silencioso. El dinero invertido en bienes no vendidos es capital que no genera rendimiento. Al minimizar el plazo de entrega, las empresas pueden reducir el volumen de existencias no utilizadas, liberando capital para otras inversiones. Además, una gestión más eficaz de las existencias también puede reducir las pérdidas asociadas a productos caducados o dañados.

Previsión precisa de la demanda

Disponer de una visión precisa de la demanda futura es un recurso inestimable para cualquier planificador logístico. Un plazo de entrega optimizado, junto con un análisis en profundidad de los datos de ventas, puede proporcionar predicciones precisas. Así se evita el despilfarro por exceso de producción y se garantiza un uso óptimo de los recursos.

¿Cómo mejorar y optimizar el plazo de entrega en logística?

Optimizar el plazo de entrega, o el tiempo necesario para completar una operación o una serie de operaciones, es esencial para una gestión logística eficaz. En un mundo donde la eficacia es sinónimo de competitividad, he aquí algunas formas de reducir estos retrasos y mejorar el rendimiento global.

Optimización del plazo de entrega con el software de gestión de almacenes Shippingbo

Elegir el sistema de gestión de almacenes (SGA) adecuado es uno de los factores cruciales para garantizar una gestión logística eficaz. El SGA elegido debe estar en fase con las necesidades específicas de la empresa, a la vez que ser suficientemente escalable para adaptarse a futuros cambios y crecimiento. En este contexto, optar por un SGA logístico de eficacia probada, como Shippingbo, puede marcar la diferencia.

El SGA, o sistema de gestión de almacenes, es una herramienta vital para automatizar, racionalizar y optimizar todas las operaciones de almacén. Shippingbo se ha consolidado como uno de los principales actores en este campo, demostrando su solidez y capacidad para satisfacer las complejas necesidades de las empresas modernas.

Shippingbo, como SGA, está meticulosamente diseñado para impulsar la eficiencia en todos los eslabones de la cadena de suministro. La plataforma ofrece un arsenal de herramientas que permiten analizar el rendimiento en tiempo real, detectar rápidamente cuellos de botella y automatizar tareas que, de otro modo, consumirían un tiempo precioso. Al adoptar soluciones como Shippingbo, las empresas pueden optimizar la velocidad con la que se preparan y envían los pedidos, ofreciendo una experiencia inigualable al cliente.

Utilizar la tecnología para la gestión operativa

La tecnología moderna, como los sensores IoT, ofrece mucho más que datos. Cuando se integran en la cadena de suministro, estos dispositivos proporcionan una visión general en tiempo real de todo el proceso. Tanto si se rastrea la ubicación de una carga en tránsito como si se controlan las condiciones de almacenamiento, la tecnología ayuda a detectar y rectificar anomalías con rapidez.

Trabajar en estrecha colaboración con los proveedores

Una cadena de suministro no se detiene en las fronteras de la empresa. Los proveedores desempeñan un papel crucial a la hora de determinar el plazo de entrega. Colaborando estrechamente con ellos, compartiendo información y alineando objetivos, las empresas pueden garantizar que las materias primas y los productos lleguen cuando se necesitan, reduciendo retrasos innecesarios y optimizando todo el proceso.

Shippingbo: ¡una herramienta esencial para reducir el plazo de entrega!

En conclusión, el plazo de entrega es mucho más que una simple medida de tiempo en logística. Es un indicador esencial que influye directamente en la satisfacción del cliente, los costes de explotación y la competitividad de una empresa. Comprendiendo su papel, midiéndolo con precisión y optimizándolo con herramientas como Shippingbo, las empresas no sólo pueden mejorar su eficacia logística, sino también reforzar su relación con los clientes. No deje que el tiempo le alcance, tome el control de sus plazos de entrega para un futuro logístico más brillante.

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